(Diario EL VIGÍA)- El Sábado 20 realizaron en Villa Corina el "ArroyoFest", compuesto por actividades artístico-culturales y por exposiciones de diferentes problemáticas ambientales, urbanas e industriales.
El festival comenzó a las 15 horas con la presentación en vivo el taller de producción musical de las escuelas primarias N° 58 y N° 59 de Villa Corina. Luego fue el el momento del concurso de pesca, justo en un espacio donde el Arroyo Sarandí está a cielo abierto. Los vecinos hasta llevaron cañas de pescar, aunque "no hubo mucho pique" en el contaminado Arroyo, a causa de los efluentes industriales. Más tarde se presentó en vivo el colectivo educativo-cultural AZULADO, de Wilde.
Y por fin llegó el momento más esperado por todos. Los asistentes eligieron a "Miss Contaminación". Los vecinos decidieron que cada participante represente a un sector decidido en el momento. Así, participaron y desfilaron a la vera del contaminado Arroyo Sarandí, bonitas vecinas con carteles identificatorios como "Techint", "Barrick Gold" , "Empresas al costado del Arroyo Sarandí" y "Políticos Gordos de Vista", quien resultó ser la feliz ganadora, aunque el "jurado" tomó en cuenta no sólo su belleza, sino que fue la más abucheada por el público.
Luego de la original protesta, se abordaron temas que preocupan a los vecinos, como "Intercambio de experiencias de lucha por la instalación de cloacas y la importancia del agua para consumo humano" y de la "Infraestructura hídrica urbana". Además se debatió sobre "Uso de agroquímicos para tareas de desmalezamiento" y la Ordenanza que lograron sancionar en Lanús.
Finalmente, se habló sobre la "Necesidad del cuidado de los bienes naturales en las ciudades urbanizadas" y estudiantes de la carrera de biotecnología de la Universidad de Quilmes, expusieron su trabajo de toma de muestras de la orilla y lecho del Arroyo Sarandí.
La jornada concluyó con la presencia de bandas musicales ante los vecinos autoconvocados, quienes se preocuparon en subrayar que no desean ser utilizados por ningún sector político y organización ambientalista con otros fines que no sean el mejoramiento de su calidad de vida, impidiendo la contaminación del Arroyo Sarandí por el arrojo de efluentes industriales tóxicos en su cuenca.
Con imaginación, sin carteles partidarios ni electorales, los vecinos se organizaron para debatir un tema que nos preocupa a todos.
ESTE TEMA SERÁ AMPLIADO EN "PERIÓDICO EL VIGÍA", QUE ESTARÁ EN LA CALLE DESDE ESTE LUNES 22 DE MARZO
http://www.agenciaelvigia.com.ar/anoticia640.htm
RECLAMO DE vecinos del arroyo sarandí
Fiesta contra la contaminación
Acusan a las empresas de verter los residuos en ese curso, que desemboca en el Río de la Plata. Las aguas contienen elementos cancerígenos.
Gabriel y su familia. Vive a orillas del arroyo contaminado, en una casilla por la que pagó 500 pesos.
Mirta recuerda que cuando era chica el arroyo era cristalino, que algunos nenes se daban un chapuzón o pescaban mojarritas. Se rasca la frente y dice que tiene una dermatitis por culpa de los gases que escupen 21 empresas que están la vera del canal. Los vecinos coinciden en que a la noche las fábricas ventean sus porquerías, millones de partículas quedan suspendidas en el aire y todo se cubre de neblina. Entonces les pica la nariz, la garganta se les cierra y cuesta dormir. Cuando eso pasa, Mirta llama al servicio de Emergencias Ecológicas. Llegan, labran un acta y se van. Un estudio de impacto ambiental determinó que las aguas del arroyo Sarandí contienen ácidos que corroen metales, soda cáustica, hidróxido de potasio, arsénico, mercurio, cobre, níquel y zinc.
Agustín tiene siete años. El fondo de su casa está pegado a ese cúmulo de agua infecta que desemboca en el Río de La Plata y dice que “a la noche hay olor a perro muerto”.
A las cinco de la tarde los vecinos fueron hasta la avenida Crisólogo Larralde. Los organizadores del festival llevaron cañas de pescar. Ataron en la punta de la tanza un teclado de computadora, tres costillas de vaca sin carne, y un pescado de cartón con tres ojos. Agustín corrió hasta su casa y volvió con una botella llena de agua limpia: “Tomá –le dice a Néstor, uno de los organizadores–, es para que pongan los pescaditos”.
Néstor le acaricia la cabeza y Agustín tira el agua. Todo se trataba de una parodia.
–¿Por qué en el arroyo no hay pescados? –pregunta el nene.
–Porque se mueren –dice Néstor.
El festival terminó con la elección de la reina de la contaminación. Cuatro vecinas caminaron con cartulinas que decían: “Techint”, “Barrick Gold”, “Fábricas al lado del Riachuelo” y “Políticos gordos de vista”. Ganó la más abucheada del público: “Políticos gordos de vista”, le pusieron una corona de cotillón y una cinta de papel higiénico.
Una mañana del año pasado, Tadeo, un chico de siete años, se despertó con las orejas hinchadas, las rodillas deformadas y manchas rojas en la piel. Andrés Alonso, su papá, lo llevó al Hospital Fiorito. Ahí lo derivaron al Garrahan. “Nadie sabía qué tenía. Un médico me preguntó si vivíamos cerca de algún arroyo o fábrica. Les dije que sí y les expliqué. Desde ese día le indicaron nebulizaciones”, dice Andrés, que vive a una cuadra del arroyo.
Gabriel Villordo, Alejandra Domski y sus cinco hijos hace diez días que fueron desalojados de una casa que alquilaban en Sarandí. Un hombre les vendió una casilla de dos metros por dos y medio a 500 pesos. Gabriel, que recién se acaba de bañar en una iglesia, abre la ventana del cuarto y el olor trepa por las paredes, a medio metro de la puerta de la casa corre agua negra, llena de algo que parece papel picado, un perro flaco y sarnoso se deja morir arriba de un pedazo de goma espuma.
–Es feo vivir acá pero no tenemos mucho para elegir –dice el hombre de ojos azules.
En esa pieza duermen todos. En el piso hay ropa mojada, una cama matrimonial y otra de una plaza. Las moscas, dice Alejandra, son una plaga.
http://www.criticadigital.com/impresa/index.php?secc=nota&nid=40351
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