La difusión de la designación de un funcionario procesado provocó un cimbronazo en la cartera de Planificación. Y una llamada de Cristina. Diego Genoud.
“Con Julio somos grandes amigos”, respondió Aníbal F. cuando se lo consultó por su pulseada con De Vido.
El gobierno nacional decidió ayer refugiarse en el silencio tras la revelación de que Julio De Vido acaba de designar en la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo (Acumar) a un funcionario procesado por el escándalo del caso Greco. Sin embargo, el nombramiento de Alberto Daniel García como director de Asuntos Jurídicos del ente encargado de la limpieza de Riachuelo generó un cimbronazo en el Ministerio de Planificación y en el Poder Ejecutivo.
Fuentes de la cartera reconocieron ayer a grabador apagado que la difusión de la mudanza de García a la Secretaría de Ambiente provocó la ira de Alessandra “Lali” Minnicelli, la esposa del ministro, y derivó incluso en una comunicación con Cristina Fernández de Kirchner en busca de explicaciones. Desde la oposición, el diputado nacional de la Coalición Cívica, Horacio Piemonte, pidió la remoción del procesado García. Sin embargo, la decisión de los De Vido es intentar mantener en su cargo al funcionario que este año deberá afrontar el juicio oral por la maniobra irregular que protagonizó, junto a otros abogados del Ministerio de Economía, para pagar una deuda ilegítima de 600 millones de pesos a través de una partida oculta en el presupuesto nacional. “Hay que bancarlo a Alberto. Se va a quedar ahi”, les avisó ayer a sus colaboradores la ex secretaria adjunta de la Sindicatura General de la Nación, que trabaja ad honorem en Planificación y le cuida la firma a su marido.
El desembarco de García en Acumar es parte de la intervención de De Vido en el desarrollo de un proyecto que cuenta con un crédito del Banco Mundial de 840 millones de dólares. El ministro de Planificación y el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, se disputan allí los cargos para llevar adelante el saneamiento del Riachuelo y el ordenamiento territorial que implica sobre sus orillas. Ayer, evitó responder sobre el enfrentamiento que mantiene con De Vido. “Con Julio, somos grandes amigos”, aseguró.
Un funcionario de Ambiente y Desarrollo Sustentable reconoció ayer a Crítica de la Argentina que el secretario de la cartera, Homero Bibiloni, tiene una injerencia cada vez más acotada en su área. “Está jugado. No le queda otra que abrazarse a De Vido porque Aníbal se lo come crudo”, dijo. Se refería a que el jefe de Gabinete apuesta a los técnicos que se enrolan detrás del subsecretario de Promoción de Desarrollo Sustentable, Ricardo Eusebio “Coyote” Rodríguez, para que le respire en la nuca. La situación es grave. La cuenca del río Matanza-Riachuelo es la más contaminada de la Argentina y, en sus márgenes, viven alrededor de cinco millones de personas que habitan en asentamientos y carecen de acceso a agua potable y al sistema cloacal.
El designado García regresó hace pocos días de sus vacaciones en Brasil. Para salir del país el ex director de Asuntos Jurídicos de Entes Liquidados del Ministerio de Economía debió solicitar permiso a la Justicia. Ayer se movió entre Planificación y la Secretaría de Ambiente, en San Martín al 300. El abogado no llegó solo al área de Bibiloni. Lo acompañaron dos letrados de su íntima confianza, Alejandro Mackielo y Mónica Vallejos.
Hoy carga con un procesamiento del juez federal Sergio Torres que fue ratificado por la Sala II de la Cámara Federal de Apelaciones como “responsable del delito de administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública, en grado de co-autores” (Código Penal, artículos 45, 174, inciso 5°, en función del artículo 173, inciso 7°).
Como reveló ayer este diario, detrás de la avanzada de Planificación y de la designación de García está la mano de Minnicelli, el cerebro jurídico del andamiaje sobre el que se asientan las decisiones del ministerio más importante de la administración Kirchner. Lali estuvo ayer desde temprano en su despacho del piso 11, en el edificio de Hipólito Yrigoyen. Fuentes oficiales aseguraron a Crítica de la Argentina que se enteró de la noticia cuando recibió un llamado de su madre, Berta Martínez de Minnicelli. Pese a las críticas, el Poder Ejecutivo apuesta a un relanzamiento del Acumar y ya prepara la mudanza de sus oficinas hacia un edificio en el barrio de Barracas.
http://www.criticadigital.com/impresa/index.php?secc=nota&nid=38272
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