Hace poco más de un año el secretario de Medio Ambiente, Homero Bibiloni, anunciaba con bombos y platillos el otorgamiento de un crédito de 840 millones de dólares del Banco Mundial (BM) a la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) para obras de saneamiento del Riachuelo. Aunque en ese momento se presentó un plan de obras y se especificó cómo se invertiría el dinero, hasta ahora no se ejecutó un solo peso.
El defensor del Pueblo de Avellaneda, Sebastián Vinagre, advirtió que "hubo una larga enumeración de buenas intenciones ambientales que no constituyen un plan. Sólo les faltó decir que beberían de su cauce. Esto ratifica lo que afirmamos hace un año, cuando dijimos que todo se limitaba a una larga continuidad de anuncios mediáticos a los que nos ha acostumbrado este Gobierno, el anterior, y el anterior".
El BM daría un plazo de 18 meses para cumplir con los requisitos que el requirente del crédito debe presentar para acceder a él, entre ellos, un proyecto de inversión y un manual de procedimiento. Serían estos trámites los que Acumar debería completar antes del 10 de diciembre de este año para no perder el dinero con el que Aguas y Saneamientos Argentinos SA (AySA) realizaría las obras de la cuenca Matanza Riachuelo en el marco del Proyecto Sistema Riachuelo.
Desde Acumar informaron que algunas de las obras que se financiarán con el dinero del BM a través de AySA, como las plantas de tratamiento industrial de la margen izquierda del Riachuelo están avanzadas y ya se estarían ultimando los detalles de los pliegos de licitación. Según precisaron desde la Subsecretaría de Ambiente de la Nación, para el 2010 el objetivo es realizar obras por 1000 millones de dólares.
Asimismo, insistieron en que ya se adelantó con el cumplimiento de los requisitos y que inclusive está creada la cuenta en la que se deberán depositar los fondos, pero aclararon que, de cualquier manera, es la presidenta Cristina Kirchner, la que debe autorizar el endeudamiento.
El programa del préstamo está dividido en dos macro-componentes. El macro-componente 1, denominado Saneamiento y el macro-componente 2, dividido en tres: Reducción de la contaminación industrial, Ordenamiento ambiental del territorio y Fortalecimiento institucional del ACUMAR.
Cuando en junio del año pasado Bibiloni anunció las obras que se realizarían con el prestámo, informó además, que durante la primera fase de ejecución del plan, se pondría en marcha una estrategia de implementación de Planes de Reconversión Industrial (PRI-ACUMAR), de carácter obligatorio y destinado a lograr que las empresas emplazadas en el ámbito de la Cuenca produzcan bajo patrones de producción limpia y logren minimizar la carga contaminante de efluentes, residuos sólidos y emisiones a la atmósfera.
Sin embargo, a un año del anuncio no habría ninguna acción realizada en esta línea. Vinagre recuerda que “hace un año el ACUMAR presentaba en el Teatro Roma de Avellaneda el Programa de Reconversión Industrial (PRI) para las industrias de la Cuenca del Matanza Riachuelo. Fue un plan vacío de contenidos reales y de una imprecisión inaceptable para el grado de complejidad del problema y las exigencias que ha presentado la Corte Suprema".
Lapidario, el defensor de Avellaneda concluye: “las actividades de la Secretaría de Ambiente aparecen como inconexas y carentes de una organicidad y plan imprescindibles. Quizás son consecuencia de años de improvisación, y falta de profesionalidad en la conducción de la Secretaría”.http://www.primerafuente.com.
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