Fumiguen a la ciencia
Andrés Carrasco, investigador del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) denunció como un acto de censura el veto del organismo oficial a la charla prevista para la Feria del Libro 2010, sobre los efectos deformantes y enfermantes del glifosato, el herbicida con el que se fumigan los campos para el monocultivo de soja transgénica. En carta a la presidenta del CONICET, doctora Marta Rovira (más abajo el texto completo), Carrasco plantea que el caso implica “censura de una investigación científica realizada en el país para bloquear su difusión pública”, y lo considera un “bloqueo que lesiona la libertad académica al subordinarse a intereses ajenos a la ciencia y al mismo tiempo es un mensaje de disciplinamiento, para todos aquellos que intenten una crítica desde el sentido de la ciencia, a criterios y políticas instituidas desde poder económico y sus voceros”. La denominada Feria del Libro es un evento de marketing que se comete todos los años en el ámbito de la Sociedad Rural Argentina.
Roundup vs los embriones
Carrasco había difundido durante 2009 sus estudios realizados en el Laboratorio de Embriología Molecular de la Universidad de Buenos Aires, en los que demostró las malformaciones que el glifosato ocasiona a embriones en casos de inmersión o inoculación del producto, aún en dosis entre 1.500 y 300.000 veces menores a las utilizadas en las fumigaciones. La marca Roundup, de la empresa Monsanto, es la que lidera el mercado que cambió la faz productiva del país, al volcarlo al monocultivo masivo de soja para exportar como alimento para cerdos y ganado de China y Europa. Tal novedad ocurrió a partir de la turbia aprobación recibida por la empresa por parte del gobierno de Carlos Menem, a través de su entonces Secretario de Agricultura Felipe Solá (ex menemista, ex duhaldista, ex kirchnerista, actual “peronista disidente”).
El ministro de Ciencia y Técnica, Lino Barañao, salió a desautorizar a Carrasco a través de voceros de los intereses sojeros y mediáticos, como Héctor Huergo, con programa de televisión en América y editor del Clarín Rural. En este caso, llamativamente, no se verificaron los enojos gobierno/campo ni gobierno/medios.
Carrasco, quien dejó su cargo de Subsecretario de Innovación Científica y Tecnológica del Ministerio de Defensa tras el revuelo provocado por la difusión de sus estudios –que incluyeron amenazas telefónicas- había constatado en embriones anfibios inmersos en glifosato en dosis 1.500 veces menores a las que se usan en los campos fumigados, lo siguiente:
- disminución del tamaño
- alteraciones cefálicas con reducción de ojos y oídos,
- pérdida de células neuronales,
- compromiso en la formación del cerebro “que podrían indicar causas de malfomaciones y deficiencias en la etapa adulta”.
En embriones inyectados con dosis 300.0000 veces menores a las de las fumigaciones, los hallazgos fueron:
- malformaciones intestinales y cardíacas,
- alteraciones en la formación de los cartílagos y huesos del cráneo,
- incremento de la muerte celular programada.
(Más información en Mu n° 33) De esos temas trataría la charla propuesta para la Feria del Libro. Este es el texto completo de la carta que Carrasco envió a la Presidenta del CONICET con fecha del 7 de abril:
Sra. Presidenta del CONICET.
Dra. Marta Rovira.
He tomado conocimiento que el CONICET ha decidido vetar la charla de divulgación propuesta por el suscripto para la Feria del Libro 2010, sobre la investigación del efecto teratógeno del glifosato en el desarrollo embrionario mediada por la alteración de los niveles de acido retinoico, un conocido morfógeno conservado en el desarrollo de todos los vertebrados (incluyendo la especie humana). (Carrasco E. Andres, Glyphosate affects development in Xenopus embryos 68th Meeting of Developmental Biology Society, San Francisco 23-27 Julio, 2009)
No es necesario recordar que la investigación de los efectos del glifosato estuvo rodeada de acontecimientos donde se expresaron con hostilidad indeseables intereses privados y desataron juicios de valor inaceptables desde sectores del gobierno, que apelando a la razón de estado, asumieron sin pudor la defensa de dichos intereses. (ver fallo de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y comercial (Sala II) sobre San Jorge, Santa Fe, marzo 2010).
Por lo cual no es descabellado interpretar la decisión tomada por el CONICET, como censura de una investigación científica realizada en el país para bloquear su difusión pública. Bloqueo que lesiona la libertad académica al subordinarse a intereses ajenos a la ciencia y al mismo tiempo es un mensaje de disciplinamiento, para todos aquellos que intenten una crítica desde el sentido de la ciencia, a criterios y políticas instituidas desde poder económico y sus voceros.
Como Investigador Principal del CONICET y Profesor de la Universidad de Buenos Aires, tengo derecho a solicitar se me informe por escrito y con carácter de urgente 1) en que ámbito y que autoridades tomaron la decisión. 2) si hubo presiones de cualquier naturaleza que obligara a la misma. 3) las razones académicas, si las hubiere, para este veto 4) porque el CONICET autorizo la organización de las charlas del Instituto de Biología Celular y Neurociencias condicionándola a la eliminación de la charla en cuestión.
Andrés Carrasco
Investigador del CONICET
http://lavaca.org/notas/fumiguen-a-la-ciencia/
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